19 de octubre de 2010

Mi nuevo hogar


Hace tres días que llegué a Madrid. Tras un largo viaje en avión conseguí llegar a mi nuevo hogar; al menos durante el resto de este año. Madrid no es para nada como yo me lo imaginaba.
Madrid hace que eche de menos la “grandeza” de mi pueblo. Caacupé es una ciudad  pequeña, pero esto es lo que la hace verdaderamente bella. Aquí, en Madrid, abunda la exageración: Edificios enormes, casas grandes, mucha gente, muchas tiendas, muchas luces, demasiado ruido…incluso demasiada indiferencia. La gente aquí es muy distante. Unos pocos te dan los buenos días, y otros apenas te dirigen una palabra, o una mirada. Cada uno vive en su pequeño mundo independiente, sumergidos en sus problemas y en su propia vida. Esto no quiere decir que a lo mejor lleguen a ser maleducados, sino que simplemente, las formas en este país son muy distintas a las de mi pueblo. Me sorprende que no sean tan cercanos como lo somos en Caacupé.

Nada más poner un pie en Madrid, mi primera misión fue buscar una habitación; al menos  hasta que consiga encontrar una mucho mejor que esté cerca de la universidad y que no sea demasiado cara. Por ahora durante estos tres días he estado pasando las noches en una pensión. Es lo más barato que he encontrado; cosa que ha sido bastante difícil ya que los precios en la capital son demasiado altos. Pero me gustaría encontrar otro sitio, ya que solo dispongo de 300 euros y sé que no podré seguir conservando esta habitación durante mucho más tiempo. Necesito ayuda…


¿Alguien alquila una habitación que no sea demasiado cara o sabe de algún sitio que esté bien?     ¡Gracias!




Aquí les dejo una foto de mi pueblito Caacupé. Descubrirán que las diferencias de las que les hablo son enormes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario